La automedicación de los gorilas podría ser clave para el desarrollo de nuevos fármacos en el futuro, según han revelado recientes investigaciones. Un equipo de científicos que estudia a los gorilas salvajes en el Parque Nacional Moukalaba-Doudou, en Gabón, ha descubierto que estos grandes simios no solo eligen plantas con propiedades curativas, sino que también consumen algunas de las mismas que los curanderos locales utilizan en sus prácticas medicinales. Este hallazgo podría abrir nuevas puertas en el desarrollo de tratamientos efectivos contra diversas enfermedades, incluidas infecciones causadas por superbacterias resistentes a los antibióticos.
Durante el estudio, los investigadores observaron a los gorilas occidentales de las tierras bajas y registraron las especies de plantas que ingerían. Con la ayuda de curanderos locales, seleccionaron cuatro árboles cuyas propiedades medicinales podrían beneficiar tanto a los animales como a los seres humanos: la ceiba (Ceiba pentandra), la morera amarilla gigante (Myrianthus arboreus), la teca africana (Milicia excelsa) y las higueras (Ficus).
Laboratorios analizaron estas plantas y revelaron que todas contenían compuestos químicos con altos niveles de antioxidantes y propiedades antimicrobianas. En particular, la corteza de estos árboles, que se emplea en la medicina tradicional africana para tratar desde trastornos estomacales hasta problemas de fertilidad, mostró actividad antibacteriana notable contra al menos una cepa resistente de la bacteria E. coli. La ceiba fue especialmente prometedora, mostrando efectos significativos contra todas las cepas de bacterias analizadas.
Joanna Setchell, antropóloga de la Universidad de Durham y parte del equipo de investigación, destacó la importancia de estos descubrimientos: “Esto sugiere que los gorilas han evolucionado para consumir plantas que los benefician, y subraya las grandes lagunas en nuestro conocimiento de las selvas tropicales de África central”. El estudio, publicado en la revista científica PLOS ONE, destaca también el valor de explorar las selvas tropicales en busca de plantas aún desconocidas para la ciencia, en un país como Gabón, que alberga extensos bosques inexplorados llenos de biodiversidad.
No es la primera vez que se observa la automedicación en primates; recientemente, un orangután herido fue noticia por utilizar una pasta vegetal para curarse una herida. Este tipo de comportamiento refleja un conocimiento instintivo de los beneficios de ciertos recursos naturales, conocimiento que puede inspirar a los científicos para desarrollar nuevos tratamientos farmacológicos.
Sin embargo, las amenazas a la población de gorilas en Gabón son cada vez mayores. La caza furtiva y enfermedades están mermando el número de gorilas occidentales de llanura, especie clasificada como en peligro crítico en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. La conservación de estos animales no solo es vital para preservar la biodiversidad, sino que también es esencial para proteger estos conocimientos sobre automedicación, que podrían ayudar a salvar vidas humanas en el futuro.
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